PROTOCOLO 3.0
TRIPLE LIMPIEZA
La preparación de la piel 3 en 1

RITUAL SEMANAL

RITUAL DIARIO MAÑANA

Rutina de mañana (limpieza simple)
Lava la cara y seca.
Aplica el producto 2 (Loción Equilibrante Descongestiva)
de la misma manera que se indica en el paso 2 de la rutina semanal de triple limpieza.
A continuación aplica tus cosméticos habituales de rutina de mañana (hidratante, protección solar).

Rutina de noche (limpieza doble)
Realiza sólo los pasos 1 y 2 del protocolo de triple limpieza semanal.
A continuación recomendamos la aplicación de tu cosmético de noche habitual (contorno de ojos, sérum).

PASO 1
Dosis
2 medidas rasas con cucharita dosificadora.
Zona
Rostro (incluidos ojos y labios), cuello y escote.
Modo de uso
Reparte la dosis por rostro (labios y ojos incluidos) cuello y escote, calienta las manos y extiéndelo. Luego humedece las manos, y vuelve a emulsionar haciendo efecto “jabón”. Retira con la esponja humedecida 2 veces.
Retiramos todas las sustancias de base oleosa de la piel (restos de cosméticos, maquillaje, protección solar, sebo, etc) Con el efecto “jabón” retiramos otras sustancias como restos de polución, suciedad o contaminación.

PASO 2
Dosis
5+5 pulsos con el dosificador spray
Zona
Rostro, cuello y escote con ojos cerrados.
Modo de uso
Usa 5 pulsos sobre un disco de algodón y pásalo por rostro, cuello y escote. Aplica otros 5 pulsos vaporizando por todo el rostro cuello y escote y realiza un masaje con tecleteo digital. Deja secar, no extiendas, no se retira.
La loción termina de realizar la doble limpieza y además equilibra y calma el PH de la piel.

PASO 3
Dosis
aproximadamente el tamaño de 2 almendras.
Zona
Rostro, cuello, escote y manos.
(evitando zona del globo ocular).
Modo de uso
Agita bien el tubo para que baje el producto y vierte la cantidad aproximada a 2 almendras sobre la palma de la mano. Repartir por rostro, cuello, escote y manos. Masajear 1-2 min con fricciones activas, insistiendo especialmente en zonas de poro dilatado, brillos o descamación (mentón, nariz, y frente). Humedecer y retirar con esponja limpiadora, repitiendo la acción de retirado 2 veces.
Secar sin arrastrar ni friccionar.
La exfoliación elimina las células muertas o corneocitos que obstruyen, taponan y dan un aspecto átono y engrosado a la piel. Así, añadimos un “plus” de higiene y oxigenación a la piel, el broche final de la “triple limpieza”.