Volvemos del verano, y vuelven a asomar las temidas manchas en la piel. Pero, ¿Qué son realmente las manchas faciales? Ahora es el momento de conocerlas y saber cómo tratarlas para eliminarlas.
Históricamente suelen tratarse en otoño-invierno, cuando la exposición solar es prácticamente nula, dado que la mayoría de las técnicas destinadas a borrar las manchas son, a su vez, factores desencadenantes que pueden intensificarlas o hacer que aparezcan más.
Estas técnicas utilizan energías e ingredientes cosméticos fotosensibilizantes. Por eso, mejor empezar a tratarlas en invierno.
¿Qué son las manchas faciales?
La palabra “mancha” se asocia normalmente a una hiperpigmentación, zona más oscurecida de lo normal, y de mayor o menor tamaño y desarrollo en el rostro (aunque también aparecen en escote y manos).
Generalmente aparecen en las zonas más expuestas y prominentes del cuerpo, ya que son las partes que reciben mayor cantidad de radiaciones.
Pero las manchas, ya sea en la cara o en la piel, pueden tener distinto origen y causa. También, pueden ser hipopigmentaciones (manchas de un tono más claro al de la piel).
En función del tipo de mancha y de su origen o causa, son más o menos fáciles de tratar. Por eso, y para no crearte expectativas falsas sobre su eliminación o mejora, es mejor conocerlas.
Tipos de manchas con solución médica y dermatológica
Aquí resumimos brevemente las manchas que tienen causas más tratables desde la medicina y dermatología que desde el punto de vista cosmético y de la medicina estética:
- Manchas blancas por pitiriasis versicolor (hongo) que son pequeñas y se extienden por todo el cuerpo.
- Manchas blancas por vitíligo (causas desconocidas) generalmente genéticas y que se manifiestan más grandes, de un blanco intenso y presentes en codos, rodillas, rostro, pies y manos.
- Manchas blancas por psoriasis.
- Nevus acrómico (lunar blanco sin color) debido a factores genéticos.
- Otras manchas blancas debidas a deficiencia de vitamina B12, consumo de medicamentos como cloroquina o corticoides y por enfermedades metabólicas como el hipertiroidismo.
- Manchas rojas debido a alergias, dermatitis atópica generalmente con comezón y relieve por consumo de ciertos alimentos o exposición a determinados químicos.
- Manchas rojas debidas a picaduras de insectos, acné o quemaduras solares.
- Manchas rojas debidas a infecciones por varicela, rubeola o sarampión diseminadas en puntos rojos y acompañadas de comezón, picazón, vómitos y/o fiebre.
- Manchas negras o muy oscuras (lunares, pecas o “antojos”) generalmente inofensivas y de origen genético.
- Manchas negras u oscuras debidas a acantosis nigricans que aparecen en axilas, cuello y debajo de senos en personas con diabetes o resistencia a la insulina.
- Manchas amarillas, causadas por ictericia (hepatitis, cirrosis o pancreatitis) o necrobiosis lipoídica (diabetes tipo 2, lupus o artritis reumatoide).
- Manchas moradas, relacionadas con trastornos de la sangre o medicamentos que alteran los niveles de plaquetas (células responsables de la coagulación). Así estarían aquí los hematomas por golpes, hemangiomas o las causadas por escorbuto (déficit de vit C).
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Tipos de manchas faciales tratables por la medicina estética y dermocosmética
Podríamos decir que hay 3 grupos o tipos de manchas faciales:
El melasma facial o cloasma
Conocidas también como “máscara de embarazo” o “paños” porque se sitúan de manera extensa en una zona generalmente del rostro, escote y brazos, simétricamente e indefinidas.
Sus causas son generalmente hormonales y asociadas a los embarazos, post embarazos, y la ingesta de anticonceptivos, terapias endocrinas de trastornos del tiroides u ovarios, etc.
Suelen ser más intensas y visibles cuando hay exposición solar y tienden a disminuir o desaparecer cuando se elimina la exposición al sol. Se pueden mejorar bastante siempre que el componente médico u hormonal esté controlado.
Un ejemplo sería las manchas a modo antifaz que surgen en algunas embarazadas durante el periodo gestante.

El lentigo solar y el lentigo senil
Son manchas que aparecen principalmente en torno a los 50 años y debidas a exposiciones solares frecuentes, intensas y sin protección (incluso quemaduras) de un pasado muy lejano.
Así, éstas son de un largo recorrido y difíciles de tratar sin técnicas invasivas como láseres y peelings químicos médicos.
Son manchas más definidas en su contorno, más intensas y separadas y aparecen principalmente en pómulos, frente, manos y escote (las zonas más prominentes y expuestas al sol).

Las manchas marrones en el dorso de la mano de los ancianos es el ejemplo más claro.
La hiperpigmentación post inflamatoria (HPI)
Son aquellas que surgen tras algún tratamiento estético invasivo (láseres, depilaciones abrasivas, peelings) o tras una lesión, golpe, quemadura, picadura o acné virulento. Cogidas a tiempo suelen ser de rápida solución, ya que llevan “poco tiempo” con nosotros.
Como ejemplo citamos la temida “mancha del labio superior” o “mancha del bigote”, que generalmente surge en las mujeres como causa de la lesión generada por la depilación con cera principalmente, sin proteger bien ni curar posteriormente.

Activos y técnicas despigmentantes para tratar las manchas
En la cosmética para tratar las hiperpigmentaciones o manchas tenemos que tener en cuenta tres grupos de técnicas o activos con tres acciones igual de importantes.
Despigmentantes
Son todas las técnicas y cosméticos destinados a eliminar el exceso de melanina depositado en esa zona. Ejemplos: exfoliantes químicos como los AHA´s, PHA´s y BHA´S o el retinol, tratamientos láser o IPL.
Inhibidores
Son los cosméticos y técnicas destinados a controlar el melanocito que está desbordado generando cantidades de melanina sin control.
Ejemplos: inhibidores de la tirosinasa (enzima activadora de la síntesis de la melanina) como el ácido kójico y la arbutina; bloqueadores del PAR-2 (impiden que la melanina llegue a capas superiores) como la soja y la niacina o vitamina B3.
Protectores
Son los cosméticos destinados a fotoproteger para que las radiaciones no penetren en la piel o lo hagan con menor intensidad, provocando el descontrol melanocitario y, por tanto, la nueva aparición o intensificación de las manchas ya existentes.
Aquí entrarían como ejemplo todas las fórmulas en crema, gel, cremi-gel o aceite, con SPF superior al 50 con protectores o agentes físicos y/o químicos destinados a crear una pantalla en la piel protectora o bloqueadora de las radiaciones UVA, UVB, IR, LUZ AZUL, etc.
Su uso tiene que ser prácticamente diario durante todo el año, intensificándolo aún más en los días y horas donde las radiaciones son más intensas y no olvidándonos de la ciudad y de las pantallas artificiales como ordenadores y móviles, que también provocan manchas.
Si no actuamos desde los 3 frentes, no conseguiremos el resultado.
Así igualmente, la recomendación para tratar las manchas en la piel es siempre:
- Ser diagnosticado correctamente.
- Utilizar, si es necesario, los servicios de la medicina y la estética profesional.
- Realizar una rutina constante en casa diaria durante la temporada de invierno o cuando no haya exposición al sol.
- Realizar una rutina de cuidado y prevención más protección durante el verano, ya que es la época que más nos exponemos al sol y más intenso es.
Independientemente de la cosmética y los tratamientos antimanchas específicamente designados para este fin, la piel hidratada, tratada con nutrientes y antioxidantes durante todo el año tiene una mayor predisposición a librarse de las manchas que la piel que está desnutrida, seca, deshidratada o hiperqueratinizada.
Por eso, la limpieza y cuidado diario, así como el uso de una buena crema y serum de día y noche, junto con alguna mascarilla y peeling semanal, nos ayudará a tener la piel más resistente a la acción de las radiaciones solares.
En caso de ser necesario, con los tratamientos invasivos antimanchas conseguiremos una mayor tolerancia a estos procedimientos.
¿Eres afortunada o ya te has topado con alguna mancha facial? Si es así, estás a tiempo de tratarlas y de prevenir su aparición futura.
Cuida tu piel día a día y ponte en manos de profesionales para tratarlas. Pide varias opiniones expertas y guíate por tu intuición.
Es un camino difícil, pero se puede llegar a un buen destino.